Otra posibilidad es la de que requieran un pretexto para hacer las cosas que siempre han querido, para dejar una buena impresión en los demás o para despilfarrar sin sentirse culpables. Si no son éstos sus motivos, por lo menos si son los míos... o serían, si creyera en los cuentos de los mayas.
Pero, ya que por defecto el 2012 será conocido como "el año del fin del mundo", me parece buena idea actuar como si realmente fuera a ocurrir la peor de las catástrofes (aunque esto no incluirá construir un búnker, lo siento). Por eso mismo, la fiesta del próximo año debe ser a-s-o-m-b-r-o-s-a. Basta de compras de último momento, de disfraces mediocres y de creer que sólo en las películas se decoran las casas de forma tan profesional. Mi intención es la de lograr una escenografía espectacular y crear nuevas experiencias a partir de organización, dedicación y bajo -en la medida de lo posible- presupuesto.
Publicaré una vez a la semana - o más, si la ocasión lo merita- material que les será de utilidad para organizar el mejor Halloween de todos, pues, si las predicciones llegaran a acertar, sería el último, y qué mejor que dejar un bello recuerdo en las mentes de sus amigos.
¡Feliz fin del mundo!